En almacenes, bodegas, centros comerciales y otras instalaciones interiores, los montacargas eléctricos forman parte de la maquinaria imprescindible para transporte de productos de enorme volumen y peso. Si bien se puede escoger entre los modelos de gas o diésel, conocidos como montacargas de combustión, los eléctricos son más rentables a grado operativo y aquí le explicamos por qué.

El ahorro que se puede obtener con un montacargas eléctrico es dependiente del modelo, el tipo de batería, su capacidad máxima, entre otros componentes; se calcula un ahorro entre el 20 y 75% comparativamente con los modelos de combustión, y la cifra puede incrementarse si la instalación cuenta con sistemas de paneles solares para alimentar la batería con energía eléctrica.

Por lo anterior, las organizaciones que buscan usar energías renovables tienen la posibilidad de usar montacargas eléctricos para reducir las emisiones de gases contaminantes al medio ambiente y cargar sus baterías por medio de la utilización de paneles solares, disminuyendo la huella de carbono y los precios de operación, sin sacrificar la calidad operativa en el proceso.

Es fundamental explicar que los montacargas de combustión interna son recomendados para uso en exteriores, y siguen siendo una gigantesca elección debido a su eficiencia, mientras tanto que los eléctricos son empleados en interiores. La votación de la maquinaria debería desarrollarse basado en las necesidades operativas, las condiciones del suelo por el cual van a transitar y los programas de mantenimiento que la compañía debería tener para prevenir paradas que retrasen las operaciones

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